Jhamely es la actual jefa de cocina en Raw Café. Una cocinera que tiene bajo su responsabilidad cada plato que se prepara y se sirve en este restaurante, en un país en el que -lamentablemente- los altos cargos, incluso en el mundo gastronómico, todavía son ocupados -en gran mayoría- por hombres.
Hoy 8 de marzo, fecha en que se conmemora el día internenacional de la mujer, queremos contar la historia de Jhamely, trabajadora en Raw Café; y así hacer notar -una vez más- que con esfuerzo, metas claras, dedicación y amor por lo que se hace, las mujeres podemos ocupar (¡y lo hacemos!) el puesto que nosotras queramos, por muy alto que este sea.
El primer día del mes de octubre del año 2017, después de haber estudiado durante tres años Gastronomía y Arte Culinario, Jhamely entró a trabajar a Raw Café como ayudante de cocina. Si bien estaba emocionada por aprender, que era lo que quería al entrar a trabajar ahí, lo que más le atrajo del lugar, nos cuenta, fue la familiaridad que encontró entre los trabajadores, el ambiente de compañerismo que ahí se vive.
El jefe de cocina que precedía a Jhamely vio en ella cualidades culinarias resaltantes y conforme ella fue aprendiendo más, él le encargaba tareas cada vez más importantes para su puesto, hasta que un día los dueños del lugar coincidieron en que Jhamely era, por sus capacidades, la persona ideal para asumir la responsabilidad de dirigir la cocina en Raw Café.
El crecimiento profesional de Jhamely se debió a su dedicación constante, a su pasión por la cocina, a su esfuerzo y, sobre todo, a sus ganas de crecer. En un futuro no muy lejano espera estudiar Nutrición Vegana y así especializarse mucho más en lo que tanto le gusta y tanta satisfacción le da: la cocina y la comida saludable.
Así como la historia de Jhamely, existen muchas historias en diversas empresas de mujeres trabajadoras quienes, gracias a su talento y determinación, ocupan hoy cargos que durante muchos años estuvieron relegados para nosotras las mujeres.
Que nadie nos diga hasta donde podemos llegar. Con sueños claros y ahínco ninguna meta es lejana para las mujeres. Incluso en la cocina, que ha sido durante siglos el lugar en el que forzadamente se colocó a las mujeres, ahora estamos por decisión y por pasión y ya no por obligación.